Marcos Ana, el poeta español que pasó 23 años preso y cuya vida llevará a la pantalla Pedro Almodóvar, narra a través de sus recuerdos personales la vida de todos aquellos que sufrieron encerrados bajo la dictadura franquista, la historia de la 'Generación de los Vencidos'.
Terra Actualidad-EFE/29-04-2008
'Decidme cómo es un árbol' es el título del libro que se decidió a escribir cuando comprendió que 'no tenía derecho a ocultar' su vida, 'que era la vida de muchos, la de la Generación de los Vencidos', según aseguró el poeta en una entrevista con Efe en Buenos Aires.
En sus memorias 'de la prisión y la vida', Ana cuenta cómo se fue al frente en cuanto estalló la Guerra Civil española, en 1936, con sólo 16 años, y cómo fue devuelto cuando se regularizaron las milicias y se expulsó a los menores.
Pero en cuanto cumplió la mayoría de edad volvió a la primera línea de la lucha republicana, hasta que fue a Alicante y, junto a otros miles de dirigentes políticos y milicianos, esperó los barcos que les salvarían de la cruda realidad del país.
Pero los barcos que llegaron fueron los enviados por el régimen para capturarlos, mientras que las milicias italianas, que apoyaban a las tropas franquistas, les cerraban el paso por tierra.
'Aquello fue una encerrona por mar y tierra, la gente se suicidaba y se volvía loca', cuenta Marcos poco antes de la presentación de su obra en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, con los ojos avispados, las palabras agilísimas y una mente clara y lúcida a sus 88 años.
Con toda naturalidad, como si no estuviera hablando sobre una auténtica y dolorosa odisea vivida, explica cómo en Alicante fue capturado y desde entonces comenzó su periplo por numerosas cárceles franquistas, durante tantos años que se ha ganado el penoso honor de ser el hombre que más tiempo mantuvo preso el franquismo.
Pero eso no sólo no le empaña la mirada de dolor, odio o resentimiento sino que lo convierte en una persona que se decide a escribir un libro que es 'un canto al amor, a la libertad y a la vida'.
El joven preso no se dejó amilanar por las torturas ni por las dos condenas a muerte con las que le tocó convivir, ni por pasar 107 días aislado en una celda ciega, ni siquiera por el hecho de que su madre falleciera a las afueras del penal donde estaba preso cuando fue a verle.
Lejos de amilanarse, Ana creció y fundó, junto a otros presos, una tertulia literaria con la intención de 'transformar las cárceles en universidades', para que aquellos que salieran estuvieran preparados y fueran de utilidad en la lucha de la calle, y también 'para que la cabeza no pensara en otras cosas como las tragedias familiares o los dramas personales'.
Ana recuerda con gran amor la fraternidad que se establecía con los compañeros en la cárcel y, a pesar de la paradoja, recuerda los años pasados entre los muros con cariño y nostalgia.
'Mi voz en este libro es la de todos los que pasamos por aquello', explica.
Ahora, su intensa vida será llevada a la gran pantalla por el director español Pedro Almodóvar, quien asegura que Ana es la persona 'más buena' que ha conocido y 'lo más parecido a un ángel', y que se centrará en el primer encuentro que el poeta mantuvo con una mujer, a los 42 años.
Sin duda es una escena muy 'almodovariana' la de un preso recién liberado que no sabe cómo actuar con una prostituta, con la que pasea por las nocturnas calles de Madrid y de la que al final de la noche termina enamorándose.
Pero eso no fue lo más engorroso de la salida de la cárcel, de hecho para Marcos Ana 'lo más difícil de todo fue la libertad'.
Tras 23 años encerrado entre los muros franquistas, cuando subía a un coche se mareaba por la falta de costumbre y cuando salía al campo le pasaba algo parecido, pues su nervio óptico llevaba demasiado tiempo acostumbrado a tener muros y paredes cercanos, con lo cual no sabía enfocar el horizonte.
Ahora, se dedica a seguir soñando y luchando 'con un mundo sin hambre y sin guerras en el que el sol brille para todos', y presenta su libro por todo el mundo descubriendo, a su edad, 'que el éxito produce depresión'.
Pero quién mejor que él podría saber combatirla, pues Marcos Ana siempre ha sido y será, como él mismo dice, un profesor de optimismo, tanto en la cárcel como en el éxito.
Marcos Ana ofrece este libro autobiográfico a las nuevas generaciones
españa-literatura 01-05-2008
El poeta español Marcos Ana, que plasmó en versos los 23 años que pasó en cárceles franquistas y está en Chile para presentar este viernes su libro 'Decidme cómo es un árbol', definió hoy su obra como un regalo para las nuevas generaciones.
'Que sea un libro que lea la juventud, tengo gran confianza en las nueva generaciones; la gente piensa que la juventud está evadida de los problemas, yo creo que no es así', dijo el autor en una entrevista a Efe.
'Hay una juventud que tiene conciencia, que busca caminos y yo vivo mucho con los jóvenes porque, si no comprendemos sus inquietudes, no podemos descifrar los signos del futuro, y ellos son el futuro', subrayó.
Marcos Ana, nacido en 1921 como Fernando Macarro, siente que su propósito va bien, pues el libro ha vendido más de 30.000 ejemplares desde su lanzamiento hace algunos meses, hay proyectos para traducirlo a otros idiomas y ha entrado en Latinoamérica por la puerta grande.
El poeta se hizo conocido en esta parte del mundo como icono y ejemplo de resistencia para los prisioneros políticos de las dictaduras militares, cuando hizo de la solidaridad su principal actividad, 'para devolver la generosidad que recibí desde acá en mis años de prisión'.
Chile es la quinta escala en la región de Marcos Ana, que ya ha estado en Cuba, Venezuela, Uruguay y Argentina y se ha embebido 'de los vientos de cambio' que soplan.
El poeta se mostró entusiasmado con la iniciativa de Pedro Almodóvar, que compró los derechos del libro para llevarlo al cine.
'Antes no lo conocía personalmente, tenía la idea de que era un personaje con mucho talento, pero un poco excéntrico', confesó, para añadir: 'pero cuando fue a mi casa, me di cuenta de que era un tipo con una gran densidad humana, sensible, traía mi libro lleno de acotaciones, precisamente en los momentos que para mí tenían más importancia'.
'Me impresionó, sobre todo, porque me confesó que en sus películas nunca hay hombres buenos y ahora, me dijo, tenía que llevar al cine a un hombre que es un ejemplo para todos', comentó.
Para su autor, 'Decidme cómo es un árbol' fue un parto difícil: 'de repente lo dejaba tres o cuatro meses sin tocar porque hablar de la cárcel, de las torturas, muchas veces me creaba un estado de angustia, no por mí mismo, sino por los compañeros que conocí, que fueron fusilados'.
'He procurado que fuera lo más sencillo posible. No lo escribí pensando en los camaradas, sino en esa inmensa mayoría de gente que tiene de nosotros una idea prefabricada que les han dado, que a veces es hasta infame, escribí el libro pensando en esa mayoría y en la juventud', recalcó.
Ello 'porque con los años nos damos cuenta que cada generación tiene la razón de su tiempo', aseguró el poeta, en cuya opinión, 'los compañeros que están cargados de historia deben tener cuidado porque la experiencia puede ser conservadora y a veces contrarrevolucionaria'.
'La gente me pregunta si después de tantos fracasos sigo teniendo mis ideales y les digo que sí, porque las ideas están por encima de los hombres y sus organizaciones, su esencia sigue siendo la misma y hay que seguir luchando por un mundo diferente', reflexionó.
A su juicio, en Latinoamérica 'hay un despertar, una esperanza' y, si las cosas cambian, 'no sólo sería un bien para los latinoamericanos, sino una fuerza que podría cambiar la balanza del mundo'.
Para Marcos Ana, la ley de memoria histórica 'tiene aspectos positivos y la saludamos', pero también algunos vacíos, pues no se han anulado los procesos y las condenas por causas políticas de la época franquista.
'Tenemos en España una derecha muy fuerte', que acusa una supuesta intención de reabrir las heridas del pasado, de volver al espíritu de guerra civil.
'Nosotros queremos que se cierren las heridas, pero no en falso, y que además se estudie, como asignatura obligatoria, ese período de la historia de España, no para volver a la guerra civil, que es una tragedia, sino para que no se pueda volver jamás a ella', sostuvo.
Marcos Ana aseguró que se sentiría 'profundamente desgraciado si mi recompensa fuera romper la cabeza de quienes me la partieron a mí' y aspira a 'una venganza mucho más grande, ver triunfantes algún día los ideales por los que he luchado'.
0 comentarios:
Publicar un comentario