Exhumación de tres represaliados en Quintanilla de Combarros, León.
Diario de León/M. Almanza/25-02-2009«Me robaron mi infancia, me lo robaron todo». Con esta frase, y con sus ojos llenos de lágrimas, recordaba ayer Laureano Marcos en Quintanilla de Combarros, en el municipio de Brazuelo, cómo un grupo de falangistas mató a su padre, Higinio Marcos Pérez, en octubre de 1936, cuando él estaba a punto de cumplir tres años de edad. «No recuerdo nada de él», se lamentaba, mientras los restos de su progenitor, y de otros dos represaliados, empezaban a ser retirados de la fosa común en la que descansaban, en el cementerio civil del pueblo.
«Teníamos verdadera necesidad de sacarlo y de darle sepultura en el panteón familiar de Destriana», explicaba ayer Laureano Marcos mientras un nieto del represaliado, Victorino Marcos, afirmaba que la exhumación de los restos «es un descanso para la familia, pero no se ha hecho justicia, porque no la hay cuando te pegan un tiro».
José Manuel Revillo, nieto de Salvador Pérez Turrado, otro de los represaliados que yacía en la fosa, destacó: «Por lo menos ahora los familiares podremos tener una partida de defunción, como la gente normal». Los hijos de este paseado «tenían mucha necesidad de saber dónde estaba su padre, para poder darle una sepultura digna».
Junto a ambos, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) exhumó ayer los restos de un tercer vecino de Destriana, Tomás Martínez Prieto, asesinado, como sus compañeros, a finales de octubre de 1936. Durante los trabajos aparecieron monedas, pedazos de tela, piezas dentales y otros objetos que, según el vicepresidente de la ARMH, Santiago Macías, pueden ayudar a la confirmación de la identidad de los represaliados, cuyos cadáveres fueron calcinados. Macías expresó su confianza en que este hecho no afecte a la identificación, que estará resuelta en dos meses, afirmó.
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Hace 11 horas
5 comentarios:
Como bien dicen, va a ser un verdadero descanso para las familias, que llevan tantos años queriendo una sepultura digna para ellos. La otra cara de la moneda es la de hacer justicia, que no se hará mientras los poderes públicos de este país no sean valientes para enfrentarse a esa derecha, a esa iglesia y a ese ejército, los poderes fácticos que provocaron aquello y que hoy, 73 años después lo ocultan porque tienen mucho que callar.
Un abrazo.
Hay que fastidiarse. Me pongo de mala leche cada vez que leo una historia como ésta. Y ahí siguen, tan orgullosos, poniendo trabas y sin renunciar al franquismo.
En fin, a lo nuestro. A que se recupere la dignidad de toda esta gente que hoy todavía está tapada con estiercol fascista.
Salud y República
Espero que las familias recuperen algo de paz al darles a sus familiares una sepultura digna. Deshacer parte del trabajo de los asesinos (el arrojar los cuerpos a una fosa común, quitarles el nombre) no es poco.
Excelente blog.
Saludos.
"Me robaron mi infancia, me lo robaron todo" Lo que enseña esta frase no se aprende en los libros...
Un saludo, Saiza.
Es lo unico que nos queda por dar a nuestros familiares....lagrimas.
Mientras la derecha sigue negando todo y haciendose los martires,¡¡¡hay que joderse!!!.
Salud y republica
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