HA MUERTO VICENTE MOREIRA, EL NIÑO DE LA GUERRA CUYA MADRE SE ENCONTRABA EN LA SEGUNDA FOSA EXHUMADA POR LA ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA.
VIVIÓ DURANTE VEINTE AÑOS EN LA ENTONCES UNIÓN SOVIÉTICA Y A SU REGRESO A ESPAÑA ESPERÓ A LA DEMOCRACIA PARA BUSCARLA.
ESCULPIÓ UN MONUMENTO A LAS VÍCTIMAS DE LA INTOLERANCIA QUE DESDE HACE ALGO MÁS DE UN AÑO SE ENCUENTRA INSTALADO EN UN ESPACIO PÚBLICO EN FABERO.
El 26 de agosto de 1936 Isabel Picorel escapó junto a sus tres hijos de su casa de Langre. Alguien la había avisado de que la falange iba a detenerla por sus simpatías republicanas y como castigo a su marido, que tras el golpe de Estado del 18 de julio se había unido a las fuerzas democráticas republicanas en Asturias.
Esa noche Vicente Moreira la pasó durmiendo al raso, abrazado por su madre y con sus hermanos acurrucados junto a ambos. Por la mañana, Isabel Picorel decidió bajar al pueblo para recoger de la casa algunas cosas que no había podido llevarse en la huida; algún objeto personal y los pocos ahorros que tenía. Se despidió de sus dos hijos pequeños, que nunca más volverían a verla, y bajó con el hijo mayor con todo el sigilo posible. Pero los detuvieron y a ella le esperaba un camión en el que fue transportada junto a otros tres detenidos ilegalmente: Cipriano Alonso Campillo, de 44 años y vecino de Langre; Sergio Rodríguez Prieto, de 27 años y vecino de Tombrio de Arriba y otro vecino del mismo pueblo, Bernardino Carro Prieto.Los cuatro fueron asesinados por los pistoleros falangistas en una curva, en el término municipal de Fresnedo. El padre de una de las víctimas, buscando a su hijo, contactó con un hombre que había formado parte del enterramiento. Ese testimonio sería fundamental para que años después se encontrara la fosa.
La pérdida de la madre arrastró a los hijos de Isabel Picorel a la búsqueda del padre que se encontraba en Asturias. Los pequeños cruzaron el frente de guerra, pidiendo comida por los pueblos, hasta que llegaron a la costa. Allí dos de ellos fueron embarcados en un buque, con destino a Leningrado. El padre cayó herido en el frente, fue detenido y murió en 1946, viudo y alejado de sus hijos.
Vicente Moreira pasó veinte años en lo que era la Unión Soviética: primero en Leningrado, después en los Urales, en Moscú y en Bakú, la capital de Azerbayán. Estudió artes plásticas y se especializó en modelado y escultura.
A mediados de los años cincuenta Vicente regresó a España y consiguió trabajar como profesor de dibujo en un instituto de Enseñanza Secundaria. Desde su regreso conservó el deseo de averiguar exactamente qué había ocurrido con su madre y recuperar sus restos. Fue al final de la dictadura cuando alguien le relató algunas cosas y consiguió conocer el lugar en el que había sido enterrada junto a los otros hombres con los que compartió ese trágico destino.
El deseo permaneció intacto hasta que Vicente escuchó que un grupo de arqueólogos habían abierto una fosa común en Priaranza del Bierzo. Y entonces decidió enviar una carta al alcalde de Fresnedo para solicitarle ayuda.
El 8 de septiembre de 2001 la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) con ayuda de un grupo de arqueólogos y forenses llevó a cabo la exhumación de la que fue segunda fosa abierta por el colectivo surgido en el Bierzo. Vicente Moreira cumplió entonces su deseo, recuperó los restos de su madre y les dio una sepultura digna.
Desde entonces colaboró con la asociación, de la que era socio, y participó en numerosos actos públicos para dar testimonio de todo lo que tuvieron que padecer las víctimas de la represión franquista.
El pasado mes de abril de 2008 cumplió otro de sus sueños. EL Ayuntamiento de Fabero instaló en un especio público una de sus esculturas que con el título de “Nunca más” trataba de recordar a todos aquellos hombres y mujeres que fueron víctimas de la intolerancia.
Ayer por la mañana Vicente falleció en Madrid, consciente de la dura tragedia que le había tocado vivir, de lo tarde que llegó para él una reparación que nunca provino del Estado y de lo dura que fue su vida desde aquel día en el que durmió al raso, junto a una madre protectora que le rodeaba con su brazo la cintura y a la que después de ese amanecer no volvió a ver. Desde hoy sus los restos de esa madre y ese hijo reposan de nuevo juntos.
Ventanas
Hace 14 horas
7 comentarios:
Al menos esta persona tuvo la oportunidad de recuperar el cuerpo de su madre y darle una digna sepultura. Muchos no lo consiguieron y otros tampoco lo conseguirán por el poco entusiasmo del PSOE en desarrollar la ley de Memoria Histórica.
Salud, República y Socialismo
Cada una de las vidas de estas personas es digna de elogio, por su dureza, por su sufrimiento, por su tristeza, por su pena, por su dolor, y por una vida entregada a recuperar a sus seres queridos.
Por cierto con tu permiso me gustaria decirle a Antonio Rodriguez que es cierto que el PSOE no se moja demasiado en el tema, pero recuerda que la memoria historica es una ley dsacada adelante por ese PSOE que ahora criticamos, y que si no avanza mas es por las trabas que le pone la oposicion del PP y la iglesia, los verdaderos enemigos de la memoria.
Un abrazo a ambos
Cuántas vicisitudes las de este hombre, por culpa de aquellos canallas fascistas. Y qué fuerza y entereza para volver a España, investigar y recuperar los restos de su madre.Y encima sus asesinos y sus acólitos con sotana los llamaban infra-humanos. les hemos demostrado en todos estos años que somos mucho mejores hombres y mujeres en toda la extensión de la palabra de lo que ellos podríanser en varias vidas.
Mis sentidas condolencias por este "niño de la guerra" que ha sido muy grande.
Un abrazo, Saiza
Que historia tan emotiva y tan edificante. Es admirable su lucha y su tesón. Gracias por contarnos la vida de este niño de la guerra. Un beso fuerte Saiza
Los viejos amores que no están,
la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
El engaño y la complicidad
de los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto final
a las bestias de aquel infierno.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento.
Los desaparecidos que se buscan
con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
Dos mil comerían por un año
con lo que cuesta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento.
Fue cuando se callaron las iglesias,
fue cuando el fútbol se lo comió todo.
Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.
La bala a Chico Méndez en Brasil,
150.000 guatemaltecos,
los mineros que enfrentan al fusil,
represión estudiantil en México.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
América con almas destruidas,
los chicos que mata el escuadrón,
suplicio de Mugica por las villas,
dignidad de Rodolfo Walsh.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan
y no la dejan volar
libre como el viento.
Aguante la memoria de león.
Le conocí meses antes de su muerte. Éramos vecinos y mi mujer de San Petersburgo. Recuerdo que vino mi suegra y estuvo hablando largo y tendido en ruso de las vicisitudes de su vida. Nos contó que a su madre le cortaron los pechos. Tuvo una vida muy dura. Descanse en paz.
Yo me he enterado ayer de la muerte de Vicente por casualidad, pues se da la coincidencia de que buscando mi antiguo instituto(1983)(Gabriela Mistral- Madrid)me di cuenta de que Vicente Moreira fuémi profesor de dibujo en ese instituto durante 2 años. Era una persona excepcional y trabajábamos muy a gusto en su clase. Descanse en paz. Loly.
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