SAN RAFAEL: LA MAYOR FOSA DEL PAÍS
Los trabajos de exhumación del cementerio han extraído ya los restos de 2.200 fusilados por las tropas fascistas. Las cifras de ejecución apuntan a 4.500 fallecidos entre 1936 y 1951.
La Opinión de Málaga/Lucas Martín/23-07-2008
La investigación de fondos documentales y la exhumación de restos de fusilados han confirmado al antiguo cementerio de San Rafael como la mayor fosa común de la Guerra Civil y el franquismo. Según adelantó ayer Sebastián Fernández, arqueólogo encargado de los trabajos, el equipo responsable de las excavaciones tiene constancia ya de la ejecución de 4.500 personas en el camposanto, de las cuales 2.200 han sido recuperadas en estado fragmentario.
Las excavaciones, que comenzaron en octubre de 2006, promovidas por la Asociación contra el Silencio y el Olvido por la Memoria Histórica, han detectado la existencia de dieciocho fosas comunes, aunque los trabajos de campo, por el momento, se han centrado en diez, ubicadas en la parcela de San Francisco y en el Patio Civil.
Las previsiones del colectivo, que coteja los indicios orográficos con archivos documentales y testimonios de familiares de desaparecidos, apuntan a que el número total de nichos podría elevarse a treinta, todos ellos con restos de personas fusiladas entre 1936 y 1951. Entre los restos extraídos en los últimos meses, figura una importante cantidad de niños, al parecer, hijos de republicanos que fallecieron por epidemias o desnutrición.
Fernández aseveró que la investigación, que podría concluir en un plazo de dieciocho meses, ha aportado numerosos datos al estudio de la contienda nacional y la represión franquista. Junto a los restos óseos, ha aflorado una ingente cantidad de enseres personales, que engloban desde peines a balas y motivos religiosos. La mayoría de las mujeres fusiladas en el cementerio, que suponen una quinta parte del total de cuerpos recuperados, portaban una medalla con la imagen de la Virgen del Carmen. También han aparecido los retales de dos sotanas, lo que ha permitido concluir el asesinato de dos sacerdotes de pueblo, uno de ellos identificado como el párroco de Mijas.
Objetos personales.
El proyecto, que fue visitado ayer por la delegada provincial de la Junta, María Gámez y su homólogo en el Instituto Andaluz de la Juventud, Francisco Paneque, incluye la compilación y archivo de los objetos personales en cajas individuales, junto a los restos de cada fallecido. La idea de Francisco Espinosa, responsable de la Asociación por la Memoria Histórica, es que los cuerpos estén perfectamente delimitados para un posterior examen de ADN, que dependerá del respaldo de la administración. Por lo pronto, lo único seguro es que los restos formarán parte de un sarcófago y un monumento con el nombre de todas las víctimas, entre las que se han encontrado, para estupor de los investigadores, a mujeres en avanzado estado de gestación.
La exhumación de las fosas comunes del cementerio de San Rafael está avalada por un convenio entre el colectivo, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y la Universidad de Málaga.
La visita de la delegada provincial de la Junta de Andalucía, María Gámez, sirvió para dar la bienvenida a algunos de los ochenta voluntarios que trabajarán este verano en el proyecto, la mayoría estudiantes de Arqueología e Historia. Desde que comenzó la investigación de campo, el cementerio ha recibido la visita de cientos de familiares de víctimas republicanas, algunos de ellos procedentes de América y Oceanía.
El cementerio de San Rafael se convierte en la mayor fosa común de la Guerra Civil
Han sido exhumados los restos de 2.200 fusilados y se estima que al finalizar los trabajos la cifra se duplique. El 20% pertenece a mujeres y han aparecido 40 niños.
Sur.es/Gema Martínez/23-07-2008
«Todos los días te encuentras con una sorpresa desagradable». Desde octubre de 2006, el arqueólogo y profesor de la UMA Sebastián Fernández coordina los trabajos de exhumación de los restos de los miles de fusilados durante la Guerra Civil y el franquismo enterrados en fosas comunes del cementerio de San Rafael, que podrían llegar a sumar hasta 30, aunque de momento hay documentadas 18.
Desde entonces y hasta hoy, los restos de 2.200 fusilados, y con ellos también su memoria, han sido desenterrados y clasificados en pequeñas cajas de madera, junto a objetos personales (peines, monedas, botones, gafas...) y reseñados con algunas características que pudieran permitir su identificación. Cuando terminen los trabajos, -algo que podría ocurrir en el plazo de un año o año y medio- se calcula que el número de restos superen los 4.000, por lo que el cementerio de San Rafael se ha revelado como la mayor fosa común de fusilados durante la Guerra Civil y el franquismo.
Entre esas sorpresas desagradables, el profesor de la UMA recuerda los restos de una mujer embarazada de unos siete meses, «con el feto perfectamente encajado»; los de un hombre al que se le halló una especie de trapo en la garganta, «se lo debieron introducir hasta ahogarle» o el tiro de gracia que se aprecia claramente en muchos de los cráneos.
También ha sorprendido el elevado número de mujeres, que el director de los trabajos cifra en un 20% del total. Sebastián Fernández recordó que los restos que están apareciendo corresponden al 37 y al 39 y en cuanto a la importante presencia de mujeres indicó: «En unos casos fusilaban a los dos miembros de la pareja, pero también sabemos que en ocasiones si iban a buscar al padre o al hijo y habían huido, se llevaban a la hermana».
La aparición de restos pertenecientes al menos a 40 niños también impactó mucho al equipo que desarrolla los trabajos: «No sabíamos a qué podía deberse. Desarrollamos una investigación y llegamos a la conclusión de que durante esos tiempos se habían producido graves epidemias y que los hijos de los fusilados que habían muerto como consecuencia de ellas, eran enterrados en el lugar en el que estaban sus padres».
Ayer, la delegada del Gobierno, María Gámez, visitó las excavaciones en compañía del coordinador del Instituto Andaluz de la Juventud, Francisco Paneque, que explicó que durante el verano 80 voluntarios, en su mayoría estudiantes de Historia o Arqueología, trabajan en los mismos. En el acto estuvo presente el presidente de la Asociación contra el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica, Francisco Espinosa, cuyo trabajo y empeño personal han hecho posible las exhumaciones.
Los trabajos de exhumación del cementerio han extraído ya los restos de 2.200 fusilados por las tropas fascistas. Las cifras de ejecución apuntan a 4.500 fallecidos entre 1936 y 1951.
La Opinión de Málaga/Lucas Martín/23-07-2008
La investigación de fondos documentales y la exhumación de restos de fusilados han confirmado al antiguo cementerio de San Rafael como la mayor fosa común de la Guerra Civil y el franquismo. Según adelantó ayer Sebastián Fernández, arqueólogo encargado de los trabajos, el equipo responsable de las excavaciones tiene constancia ya de la ejecución de 4.500 personas en el camposanto, de las cuales 2.200 han sido recuperadas en estado fragmentario.
Las excavaciones, que comenzaron en octubre de 2006, promovidas por la Asociación contra el Silencio y el Olvido por la Memoria Histórica, han detectado la existencia de dieciocho fosas comunes, aunque los trabajos de campo, por el momento, se han centrado en diez, ubicadas en la parcela de San Francisco y en el Patio Civil.
Las previsiones del colectivo, que coteja los indicios orográficos con archivos documentales y testimonios de familiares de desaparecidos, apuntan a que el número total de nichos podría elevarse a treinta, todos ellos con restos de personas fusiladas entre 1936 y 1951. Entre los restos extraídos en los últimos meses, figura una importante cantidad de niños, al parecer, hijos de republicanos que fallecieron por epidemias o desnutrición.
Fernández aseveró que la investigación, que podría concluir en un plazo de dieciocho meses, ha aportado numerosos datos al estudio de la contienda nacional y la represión franquista. Junto a los restos óseos, ha aflorado una ingente cantidad de enseres personales, que engloban desde peines a balas y motivos religiosos. La mayoría de las mujeres fusiladas en el cementerio, que suponen una quinta parte del total de cuerpos recuperados, portaban una medalla con la imagen de la Virgen del Carmen. También han aparecido los retales de dos sotanas, lo que ha permitido concluir el asesinato de dos sacerdotes de pueblo, uno de ellos identificado como el párroco de Mijas.
Objetos personales.
El proyecto, que fue visitado ayer por la delegada provincial de la Junta, María Gámez y su homólogo en el Instituto Andaluz de la Juventud, Francisco Paneque, incluye la compilación y archivo de los objetos personales en cajas individuales, junto a los restos de cada fallecido. La idea de Francisco Espinosa, responsable de la Asociación por la Memoria Histórica, es que los cuerpos estén perfectamente delimitados para un posterior examen de ADN, que dependerá del respaldo de la administración. Por lo pronto, lo único seguro es que los restos formarán parte de un sarcófago y un monumento con el nombre de todas las víctimas, entre las que se han encontrado, para estupor de los investigadores, a mujeres en avanzado estado de gestación.
La exhumación de las fosas comunes del cementerio de San Rafael está avalada por un convenio entre el colectivo, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y la Universidad de Málaga.
La visita de la delegada provincial de la Junta de Andalucía, María Gámez, sirvió para dar la bienvenida a algunos de los ochenta voluntarios que trabajarán este verano en el proyecto, la mayoría estudiantes de Arqueología e Historia. Desde que comenzó la investigación de campo, el cementerio ha recibido la visita de cientos de familiares de víctimas republicanas, algunos de ellos procedentes de América y Oceanía.
El cementerio de San Rafael se convierte en la mayor fosa común de la Guerra Civil
Han sido exhumados los restos de 2.200 fusilados y se estima que al finalizar los trabajos la cifra se duplique. El 20% pertenece a mujeres y han aparecido 40 niños.
Sur.es/Gema Martínez/23-07-2008
«Todos los días te encuentras con una sorpresa desagradable». Desde octubre de 2006, el arqueólogo y profesor de la UMA Sebastián Fernández coordina los trabajos de exhumación de los restos de los miles de fusilados durante la Guerra Civil y el franquismo enterrados en fosas comunes del cementerio de San Rafael, que podrían llegar a sumar hasta 30, aunque de momento hay documentadas 18.
Desde entonces y hasta hoy, los restos de 2.200 fusilados, y con ellos también su memoria, han sido desenterrados y clasificados en pequeñas cajas de madera, junto a objetos personales (peines, monedas, botones, gafas...) y reseñados con algunas características que pudieran permitir su identificación. Cuando terminen los trabajos, -algo que podría ocurrir en el plazo de un año o año y medio- se calcula que el número de restos superen los 4.000, por lo que el cementerio de San Rafael se ha revelado como la mayor fosa común de fusilados durante la Guerra Civil y el franquismo.
Entre esas sorpresas desagradables, el profesor de la UMA recuerda los restos de una mujer embarazada de unos siete meses, «con el feto perfectamente encajado»; los de un hombre al que se le halló una especie de trapo en la garganta, «se lo debieron introducir hasta ahogarle» o el tiro de gracia que se aprecia claramente en muchos de los cráneos.
También ha sorprendido el elevado número de mujeres, que el director de los trabajos cifra en un 20% del total. Sebastián Fernández recordó que los restos que están apareciendo corresponden al 37 y al 39 y en cuanto a la importante presencia de mujeres indicó: «En unos casos fusilaban a los dos miembros de la pareja, pero también sabemos que en ocasiones si iban a buscar al padre o al hijo y habían huido, se llevaban a la hermana».
La aparición de restos pertenecientes al menos a 40 niños también impactó mucho al equipo que desarrolla los trabajos: «No sabíamos a qué podía deberse. Desarrollamos una investigación y llegamos a la conclusión de que durante esos tiempos se habían producido graves epidemias y que los hijos de los fusilados que habían muerto como consecuencia de ellas, eran enterrados en el lugar en el que estaban sus padres».
Ayer, la delegada del Gobierno, María Gámez, visitó las excavaciones en compañía del coordinador del Instituto Andaluz de la Juventud, Francisco Paneque, que explicó que durante el verano 80 voluntarios, en su mayoría estudiantes de Historia o Arqueología, trabajan en los mismos. En el acto estuvo presente el presidente de la Asociación contra el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica, Francisco Espinosa, cuyo trabajo y empeño personal han hecho posible las exhumaciones.
1 comentarios:
Que interesantes los datos complementarios que se pueden deducir de la exhumación de los cadáveres de las fosas comunes, que confirman e incrementan las atrocidades cometidas por los fascistas durante la guerra y la posguerra.
Esto debería servir de ejemplo al gobierno para intentar ayudar un poco más a todas las asociaciones que están trabajando en este campo.
Salud, República y Socialismo
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