Es muy difícil aceptar que se ha marchado, que no habrá una calida respuesta suya o unas palabras de cariño o de lucha; el sería el primero en consolarnos. Una lagrima atraviesa desolada mi rostro, acompañada de un terrible vació en el alma y el corazón, pero mi memoria viene al rescate, una sonrisa asoma, es él, es Germán rodeado de amigos, feliz y echo un chaval como lo recuerdo en nuestro encuentro de Madrid, con sus deportivas, lleno de fortaleza y emoción, compartiendo con todos su memoria y sobretodo su cariño.
Que difícil dejarte marchar, gracias por tu cariño, tu sonrisa, tu fortaleza y tu gran legado de memoria, brilla junto a tantos compañeros y amigos queridos en el firmamento, adiós mi buen amigo en este frió día de
otoño, he sido inocente pues pensé que eras eterno y que nunca te vería partir.
Tu gran amiga manchega que nunca te olvidara.
Despierto. Silencio: el mundo se ha muerto. El sol está muy alto: es mediodía. Los únicos ruidos son los de los pájaros y el ramaje movido por la brisa. Lanzo un grito de alegría y de libertad y nubes de pájaros levantan el vuelo.
- ¡Soy el Rojo! ¡Soy el Rojo! ¡Soy el Rojo!
(Ramiro Pinilla. "Antonio B... " El Rojo")